Sumisión psicológica

Una sociedad es un grupo de personas que desempeñan distintos roles dentro de la comunidad. Como grupo, se comporta de una manera determinada, muy influido por el poder de la situación. Pero, ¿Cuál es la situación?


La situación actual es un momento de crisis que afecta a la visión que tenemos del mundo tanto individual como grupalmente. Eso nos hace avanzar en una u otra dirección, maneja el devenir de la sociedad, por lo tanto es una gran arma para manipular la conducta, pero no la más grande.

Los medios de comunicación dominan a la masa, su forma de vestir, comer, sentir, ser y, sobre todo, su forma pensar. Esto también depende, claro está, de lo socializados que estemos y de lo críticos que seamos. Si no lo somos, veremos lo que quieren que veamos.

¿Esto es siempre así?

Claro, tanto a la derecha como a la izquierda, nada es verdad. Pero no porque la prensa mienta porque quiere (que también), sino porque el que cuenta la noticia es humano y la parcialidad es inherente a las personas. El caso es que, cuando alguien vive algo, lo que sea, hace inferencias y lo relaciona con su propia experiencia vital dándole forma en su memoria, digamos que extrayendo conclusiones. Los periodistas no son una excepción, por eso cuando cuentan una noticia, jamás es real, siempre existe un enfoque parcial y sesgado de la «realidad» que cuentan. Otras cosa es que nos guste más o menos lo que cuentan en función de nuestro color político. Es aquí donde entran en juego nuestros valores, que harán más fácil que nos creamos una u otra noticia en función de la visión que tengamos de nosotros mismo y de la que queramos proyectar a las personas con las que nos relacionamos. Sin embargo, debemos tener claro que una situación solo es real en el momento que está pasando, a partir de entonces, nuestro cerebro o, en este caso  el de la prensa, nos da una versión, mejor o peor, pero siempre parcial.

Pero se puede ir un poco más lejos. La publicidad, las películas, un director de cine, un escritor, un actor, un futbolista… Todos tienen poder para manipularnos psicológicamente. Todos tienen unos determinados valores, pero lo «peligroso» es que todos ellos son trascendentes para el grupo e influyen de manera determinante en la formación de opiniones.
Está claro que si alguien domina a la masa, domina al individuo. Ante tantas posibilidades de control, cabría esperar que, quien tuviera acceso a estas «armas» las utilizase, ¿quién en su sano juicio se atrevería a despreciarlas? 

A lo largo de la historia existes ejemplos atroces de lo poco que discrepamos ante las decisiones del grupo y las graves consecuencias que eso puede tener. Los medios de comunicación tienen la capacidad de hacernos creer que la masa ya se ha pronunciado en un determinado sentido y por eso no vamos a contradecir a la masa ¿verdad? Pero, y ¿si dice que todos los ciudadanos «del este» son criminales y deben ser encerrados? ¿A ti te convencerían?

En fin, con esta reflexión quiero decir que, si no somos críticos no seremos psicológicamente independientes y si no somos independientes psicológicamente no podremos ser libres. No dejes que piensen por ti.

Una crítica a la opinión pública:

1 comentario en “Sumisión psicológica

  1. La verdad está en todas partes diría yo, es decir, aunque naturalmente nos sometamos al control de los medios, cosa que no lleva haciéndose ahora sino que miles de años, debemos -con sentido crítico- ponderar nuestras inclinaciones o las inclinaciones de los demás hacia lo que creemos como verdad. Sin ese control de ninguna manera existiría una sociedad como la nuestra, ya que las cadenas que la atan se desprenderían unas de otras.

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